Quizá es por que ya son finales de año o por el clima tan extraño que hay en esta ciudad, pero el punto aquí es que la música instrumental clásica está inundando mis oídos últimamente.
Y es que me topé con este score para la película Norwegian woods hecho por el mismísimo Jonny Greenwood con tres rolitas muy buenas de una de sus bandas favoritas: Can.
Lleno de música bien puesta, cada nota te lleva a un lugar en Japón en el que nunca has estado pero del que no te sientes perdido ni mucho menos.
Un muy buen soundtrack para alguien aburrido ya de los jingles navideños y canciones que están llenando la blogosfera. Y como en mi caso, puede que aprendan cosas nuevas de una gran banda como algún día lo fue Can.
Mencioné allá arriba la palabra instrumentales con una intención- no sólo hablar de música clásica, sino también de esa que se hace con iPads o con sintes. Gold panda, Flying lotus o el nuevo disco de Gorillaz son un buen ejemplo de lo que se puede escuchar en este cierre de año.
Au revoir!
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